18 octubre 2013

El portafolio del profesor como instrumento de autoformación

A partir de:

Atienza, Encarna. (2009). El portafolio del profesor como instrumento de autoformación. marcoeELE. Revista de didáctica ELE. N9.

 El artículo, como queda bien claro en el título del mismo, gira en torno al portafolio del profesor y a las posibilidades que ofrece, especialmente de cara a su utilización como instrumento de autoformación y autoevaluación.

El texto comienza con una presentación de las diferentes acepciones de portafolio y su evolución histórica - el portafolio como instrumento de evaluación de los escritos en el Plan de Estudios de la Segunda República española; el portafolio como muestra de lo mejor del trabajo de un profesional (desde los años 80, en Canadá y EEUU); el portafolio como instrumento de reflexión y autoevaluación del profesorado; y finalmente el  portafolio como herramienta de autoevaluación para los aprendices de lenguas (Portafolio europeo de las lenguas) –, y continua con una breve revisión de la literatura.

Se incide especialmente en la definición del portafolio del profesor, describiéndolo como una carpeta en la que el docente recoge una selección de muestras o evidencias de su formación como profesor y de su experiencia práctica (si la hay). Dichas evidencias son producto de la recolección de información, por parte del profesor en formación, acerca de su proceso de aprendizaje, pero también son producto de la reflexión y de la autoevaluación.  De esta forma, el portafolio puede ayudar a potenciar la autonomía del profesor en formación si se lleva a cabo de forma comprometida y con una actitud positiva de autocrítica. El portafolio puede verse como “un instrumento de evaluación procesual, formativa e interactiva, que responde al enfoque constructivista de la cognición” (p. 3); y por ello, su elaboración es una forma de autoevaluación que permite al docente aprender a conocerse, descubriendo sus debilidades y sus fortalezas y, por tanto, permitiendo que trabaje en las primeras para tratar de eliminarlas o corregirlas y en las segundas para reforzarlas.


Al definir el portafolio, también se insiste en lo que no es, y “no es una versión redactada de un currículum vitae, ni una recopilación de apuntes o complicados álbumes de recortes”; tampoco es “una exhibición de logros” ni “[…] una ocasión para lamentarse de lo mal docente que uno puede llegar a verse”, ni es un diario del profesor […]” (p. 3). De hecho, a diferencia del diario del profesor, en el portafolio deben confluir las ideas existentes en el contexto en el que el profesor desarrolla su trabajo con aquellas teorías internas que  tienen que ver con sus creencias más personales y, además, las acciones que lleva a cabo en el aula. Además, el portafolio posibilita la incorporación de todo el proceso – de aprendizaje y enseñanza – que ha seguido el profesor a lo largo del tiempo, y por tanto las muestras y/o los objetos de reflexión no son sólo los que se refieren a la acción pedagógica que se lleva a cabo en la clase, entre las cuatro paredes del aula.

El objetivo principal del portafolio del profesor, tal y como se presenta en este artículo,  es permitir al que lo escribe profundizar en sus propias creencias acerca de la enseñanza y el aprendizaje para que, una vez sea consciente de dichas creencias, pueda transformarlas si lo cree pertinente. En cuanto a las características del portafolio, las principales son el hecho de que incluye muestras o evidencias del proceso de enseñanza – aprendizaje seguido por el profesor que lo redacta; y además reflexiones acerca de cómo dichas muestras se integran en la concepción de enseñanza – aprendizaje del profesor en cuestión.
 
El portafolio también suele incluir un apartado en el que el autor del mismo realiza una presentación personal, en la cual se describe antes de comenzar el proceso de reflexión. En esa presentación, el autor suele aportar información acerca de su formación inicial, sus inquietudes y la imagen que tiene de sí mismo como profesor, incluyendo los que considera que son sus puntos débiles y fuertes en su faceta profesional. También suele ofrecer una respuesta a por qué reflexiona sobre sí mismo como docente, cuáles son sus objetivos y cuál es su visión sobre el proceso de enseñanza – aprendizaje. Es frecuente también incluir un apartado final, en el cual el autor reflexiona acerca de las metas que ha conseguido, y cuáles son sus nuevos objetivos (iniciando de esta forma otro proceso de reflexión).
 
No existe una forma específica para la selección de aquellas pruebas o muestras que puedan ser bien un producto de la acción del profesor o bien un componente en el proceso de aprendizaje del profesor en formación. Sin embargo, sí se insiste en que las evidencias deberían ser el reflejo tanto de las creencias del profesor en formación acerca de lo que significa enseñar y aprender, como de la evolución de su aprendizaje. El objetivo de todo ello es permitir, a través de la reflexión, que el propio formando tome conciencia de dichas creencias y las transforme si lo cree necesario.

Finalmente, se expone en el artículo un resumen de las ventajas e inconvenientes que puede suponer la utilización del portafolio como instrumento de formación. Entre los inconvenientes, se destaca la posibilidad de que el portafolio adopte la forma de una simple exhibición de méritos, sin reflexión ni análisis; o de que se estandarice hasta el punto de convertirse en un documento que se complementa de forma casi mecánica; o de que se incluyan como muestras o evidencias documentos carentes de interés a partir de los cuales se extraigan conclusiones inadecuadas. Además, también se contempla la posibilidad de que para algunas personas resulte incómodo exponer de una forma tan abierta sus creencias. Frente a tales inconvenientes, hay ventajas importantes, que básicamente giran en torno a las características que definen el portafolio y que se resumen en el hecho de que permite visualizar de una forma extremadamente clara las decisiones tanto pedagógicas como formativas del profesor y además, el hecho de que permita seguir al docente en todo su proceso de aprendizaje y formación, posibilita un análisis objetivo de la evolución del profesor, así como estudiar sus perspectivas de futuro e implementar mejoras.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Exprésate, comunícate, explícate, opina, comenta...